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Una boda empieza con una fecha
¿Cómo eliges la fecha que vas a escribir en los votos, las invitaciones, los regalos a los invitados o las tarjetas de agradecimiento?
He aquí una respuesta de 7 criterios:
Elegir la fecha de tu boda es, obviamente, crucial para los preparativos que vendrán después y para el día en sí, que no será el mismo dependiendo de si te casas en febrero o en julio. ¡Elegir la fecha de tu boda no siempre es una elección! Cuanto más tarde empieces, más limitaciones encontrarás y más tendrás que replantearte tus planes. Si quieres tener el control del día y el mes en que te casas, decídete sin demora.
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La estación y el clima
Cuando piensas en elegir la fecha de la boda, inmediatamente piensas en la estación y el clima. Se trata de un criterio esencial para los futuros novios, que suelen tener una idea muy precisa del clima que desean para su boda.
A la mayoría de los novios les gusta darse el «sí, quiero» bajo el sol, por lo que la primavera y el verano son las estaciones más favorecidas, pero también las más competitivas. Se calcula que la temporada de bodas va de mayo a septiembre. Fuera de estos meses, se considera que te casas fuera de temporada.
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Tiempo suficiente para planificar la boda
A menos que quieras celebrar una boda espontánea e improvisada, no elijas una fecha con una semana o un mes de diferencia. Se considera que se necesita un mínimo de un año para planificar la recepción de una boda.
Elegir una fecha lejana también significa que tienes la posibilidad de un máximo de respuestas positivas, tanto por parte de proveedores como de invitados. Dejarte un año de margen significa tener las máximas posibilidades de alcanzar todos los objetivos en la organización de un acontecimiento de tal magnitud como tu boda.
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La disponibilidad del lugar de la recepción
La elección de la fecha de tu boda depende de ti, pero ciertas limitaciones te empujarán a tomar decisiones que a veces son un poco diferentes de lo que habías previsto.
La elección de la fecha de la boda depende en gran medida de la disponibilidad del lugar de recepción. Esto es especialmente cierto si sólo tienes un lugar en mente, un salón de recepciones que quieres reservar absolutamente para tu boda, y no otro.
Los lugares donde se celebran las bodas deben reservarse con un año de antelación como mínimo, y más en el caso de los más populares. La disponibilidad de todos los proveedores de servicios debe tenerse en cuenta a la hora de elegir la fecha de la boda, pero en primer lugar el espacio de recepción, seguido de cerca por el servicio de catering.
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Las limitaciones de los lugares de la ceremonia
Otro parámetro que hay que tener en cuenta cuanto antes a la hora de elegir la fecha de la boda es la disponibilidad del lugar o lugares donde se celebrará la ceremonia.
Reserva tu fecha con al menos 6 meses de antelación si quieres estar seguro de casarse en una fecha clave. No olvides completar rápidamente tu expediente para validar su reserva.
Los criterios son más o menos los mismos para los lugares más populares. Dependiendo de a cuál asista, la lista de espera puede ser más larga o más corta. Ponte en contacto con los responsables de las plazas lo antes posible.
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Una fecha simbólica
Entre los criterios que te empujarán a elegir una fecha de boda en lugar de otra puede estar la dimensión simbólica. Es posible que quieras casarte en la fecha en que se conocieron, en un aniversario especial, en una fecha calculada por un astrólogo o en otra fecha relacionada con tus creencias.
En este caso, reserva cuanto antes a los principales proveedores de tu boda.
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El coste de la boda
El presupuesto es un criterio que también puede utilizarse para elegir la fecha de la boda. ¿Por qué? Simplemente porque una boda no costará lo mismo dependiendo de cuándo te cases.
Las bodas más caras son las que se celebran en las fechas más populares, es decir, los sábados, y durante los meses de temporada alta (de mayo a septiembre). Para una boda más barata, busca días entre semana y elige un mes de boda fuera de temporada.
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Disponibilidad de invitados
Una boda sin invitados no tiene el mismo ambiente. Para asegurarse de que el mayor número posible de miembros de tu familia puedan estar presentes a tu lado, la disponibilidad de los invitados es otro criterio que debe añadir a tu lista.
Para ello, procura evitar las fechas de pleno verano que obligan a los invitados a abandonar su destino de vacaciones. También debes evitar los puentes y las vacaciones escolares, ya que son períodos en los que es probable que tus seres queridos hayan planeado viajes al extranjero y reservado actividades con mucha antelación.
Teniendo en cuenta estos diferentes parámetros de selección, basta con mirar un calendario para determinar la mejor fecha para la boda, aquella que cumpla el mayor número posible de estos criterios.